Las angustias de mi corazón se han aumentado: sácame de mis congojas (Salmo 25:17).
Oración: Señor, no quiero que me dominen los hechos del pasado. Muéstrame cómo puedo resolver estos asuntos para poder caminar libre hoy.
RESOLVER CONFLICTOS PASADOS
Enséñame, oh Jehová, tu camino: caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre (Salmo 86:11).
Oración: Señor, opto por no vivir negando. Dame la gracia para mirar mi pasado y el valor para encarar la verdad.
HERIDAS OCULTAS
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno (Salmo 139:23,24).
Oración: Examina mi corazón hoy, oh Dios, y conoce mis perturbados pensamientos. Guíame en la senda eterna.
EVALUACIÓN DEL PASADO
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres (Gálatas 5:1).
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» ( 2ª Corintios 5:17)
Oración: Señor, te agradezco por hacerme nueva criatura en Cristo. Ayúdame a alejarme de todo lo de mi pasado que restrinja mi libertad.
PERDONE SU PASADO.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos anos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Efesios 4:32).
«Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas» (Mateo 6:14,15).
Debemos cimentar nuestras relaciones interpersonales en amor, aceptación y perdón (Mateo 18:21-35).
«Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones» (2 Corintios 2:11).
«Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efesios 4:31,32).
Oración: Señor, enséñame a perdonar a mi prójimo de todo corazón tal como Tú me has perdonado.
EL PROCESO DEL PERDÓN
Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnien (Lucas 6:27,28).
Pasos que usted puede usar para perdonar a quienes lo hirieron en el pasado.
- Pida al Señor que le revele los nombres de las personas que lo ofendieron y los males específicos que usted sufrió.
- Enfréntese con el dolor y el odio. Si va a perdonar de todo corazón, debe dejar que Dios examine las profundidades de su corazón.
- Reconozca el significado de la cruz. La cruz de Cristo es la que da legal y moralmente el perdón.
- Decida que no va a vengarse usando la información que tiene sobre el pecado del ofensor en contra suya (Lucas 6:27-34).
- Decida perdonar. Perdonar es una opción consciente de soltar a la otra persona del anzuelo y liberarse del pasado.
- Tome su lista de nombres, désela a Dios y ore como sigue: «Yo perdono a ___________(persona) por ____________(ofensa)_____________ .
- Destruya la lista. Ahora está libre. No le cuente a los ofensores lo que ha hecho. Su perdón es entre usted y Dios, a menos que los ofensores le hayan pedido perdón a usted.
- No espere que su decisión de perdonar produzca cambios tremendos en las otras personas. En vez de eso, ore por ellos (Mateo 5:44). -
- Trate de entender a la gente que ha perdonado. También son víctimas.
- La libertad es el resultado del perdón en usted que, a su debido tiempo, va a poder pensar en las personas que le ofendieron sin sentir dolor ni enojo.
- Agradezca a Dios por las lecciones que ha aprendido y la madurez que ha alcanzado.
- Cuando resulte apropiado, acepte su parte de la culpa por las ofensas que sufrió. Confiese su falla a Dios y a las personas comprometidas en la ofensa (1 Juan 1:9) dándose cuenta que si alguien tiene algo en contra suya, usted debe ir a esa persona (Mateo 5:23-26).
Oración: Señor, enséñame cómo amar sin condiciones y perdonar rápidamente a quienes me odian, me maldicen o me maltratan.
Fuente: Adaptación del libro devocional "Diariamente en Cristo" del Dr. Neil Anderson.
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